viernes, 26 de junio de 2009

La historia de San Andrés de Giles


Los orígenes: En el pago de Areco, que comprendía los actuales partidos de Baradero, Exaltación de la Cruz, Carmen de Areco y San Antonio de Areco, el capitán Pedro de Giles y Remón poseía una gran estancia que abarcaba desde el río Areco hasta la cañada de Giles, merced otorgada a su padre, el español Pedro de Giles hacia 1640.

Necesidades religiosas: Según un documento de la época, “Por cuanto es grave la necesidad que mucha parte de los feligreses de este Partido situados en el paraje que llaman “Cañada de Giles” padecen del pasto espiritual por la demasiada distancia a su principal Parroquia, ha resuelto erigirles una Capilla en otro paraje a costa de lo que sufraguen sus costas seciones, y la piedad de los fieles quieran contribuir…”

La donación: Uno de los herederos de estas extensiones de tierra, fue Francisco de Suero y Giles, quien donó los terrenos junto a la Cañada de Giles al niño Dios y a San José. El cura de Areco, Padre Vicente Piñero, tomó posesión de lo donado y comenzó a construir una capilla y a vender los lotes de lo que luego sería San Andrés de Giles.
La primera misa: El primer oratorio se hizo de adobe y con techo de tejas. El 30 de noviembre de 1806 se realizó la primera misa y se invocó a San Andrés Apóstol como patrono. Nacía así San Andrés de Giles.

Si examinamos el origen de las localidades de la zona, vemos que Mercedes y Carmen de Areco fueron fortines de avanzada y asiento de tropas en la frontera con los indios; Luján fue posta y población importante desde los primeros años de la colonización, convirtiéndose luego en centro de culto religioso; San Antonio de Areco, si bien tomó su actual nombre al edificarse la primera capilla bajo la advocación de ese santo, era anteriormente el casco de una gran estancia.
San Andrés de Giles, en cambio, no fue fortín, ni posta, ni estancia. Sólo nació como resultado del surgimiento de una pequeña capilla que permitió brindar asistencia espiritual a la población campesina del lugar.

La inmigración: Como a toda la Argentina, también a San Andrés de Giles llegaron los inmigrantes europeos. La inmigración italiana fue la más numerosa, seguida por la española, pero hubo otra inmigración anterior que, aunque mucho más reducida en número, ha ejercido una marcada y perdurable influencia en la zona: la inmigración irlandesa.
Los irlandeses se dedicaron casi exclusivamente a la cría de ovejas. En 1890, San Andrés de Giles tenía el mayor número de propietarios de tierra de origen irlandés entre todos los partidos de la provincia: 32.

Fuentes: Documento de la Municipalidad de San Andrés de Giles.

García, Secundino Néstor, Historia de San Andrés de Giles, 1986.

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